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¿Son camarones reales los de tu sopa instantánea?

16 de Octubre 2018
Maruchan
Maruchan

¿De dónde vienen los camarones de tu sopa instantánea?
La inmediatez es uno de los principales factores para que este tipo de alimentos sea tan consumido en todo el mundo, aunque su valor nutricional no es el mejor.
Fuente: VICE Reino Unido

Es una excepción fantástica la persona que no ha tenido que consumir, por gusto o por necesidad, una sopa instantánea. Estos rámenes exprés —producidos en su mayoría en Estados Unidos—, diseñados para satisfacer rápidamente el hambre del humano contemporáneo, han sido igualmente criticados que consumidos y es que las personas que las consumen de forma ocasional o recurrente, no me dejarán mentir, saben que no está bien, pero que el costo beneficio es bastante justo, centrando su beneficio en la velocidad de su preparación.

Aunque todo está en la forma en la que consumimos las cosas, es importante saber qué estamos consumiendo a ciencia cierta para calcular de mejor manera los riesgos y posibles consecuencias de nuestros actos. Fue por esta razón que en mi mente comenzó a rondar la incógnita del origen de los camarones miniatura incluidos en las sopas instantáneas. No sabía qué eran, porque si eran camarones, se me hacía bastante cruel la idea de que usaran camarones bebés, y si no eran camarones miniatura, quería saber qué estaba metiendo a mi estómago las veces que cedía ante este manjar de rizos claros.

Hablé con Paola Martínez, nutrióloga de Puebla, México, y me resolvió varias dudas que tenía alrededor de estas opciones instantáneas para comer. Paola me dijo que consumir estas sopas de forma recurrente es bastante malo para nuestra salud: “Son puro sodio. Esas sopas no aportan nada, los nutrientes que podría tener están desactivados. Los ingredientes, además de la pasta, están secos, deshidratados y atascados en sal”, esta fórmula hará que retengas líquidos y se eleve tu presión sanguínea, logrando entrar con el pie derecho al terreno de la hipertensión.

La proteína, por su parte, fue real antes de llegar ahí: “Hasta donde tengo entendido, si son camarones; piteros, secos y deshidratados, son como camarones de río, muy pequeños, pero en su origen sí lo son”.

Sin embargo, para que estos animales puedan conservarse en la repisa de cualquier miscelánea, deben pasar por varios procesos: “La forma en que estos mariscos pueden durar tanto tiempo, tiene que ver con la cantidad de sodio en la que se procesan después de secarse. La deshidratación no es algo nuevo: los charales, por ejemplo, también se deshidratan, pero no están rebozados en sal.

Sí durarán más, pero no de la misma forma que uno de una instantánea”. Una vez que el camarón y los demás ingredientes como chícharos y zanahorias son deshidratados y procesados, su valor nutricional desciende a los suelos. “Los procesos de conservación son tan intensos que al final esa sopa es únicamente mucha sal y otro tanto de azúcar”, me cuenta Paola por teléfono.

No sólo son los fideos, la “proteína” y la verdura lo peligroso: “Además de esta parte, no hay que ignorar los colorantes que usan, ni su presentación. Son materiales bastante riesgosos para consumir. Particularmente ese que hace que se vea rojo el caldo, y bueno, del vaso de unicel en microondas, ni qué decir.”

Una sopa instantánea cuesta cerca de diez pesos mexicanos, mientras que una lata de atún anda cerca de los 16. Tomando esto en cuenta le pregunté a Paola sobre las alternativas: “Se puede sustituir la sopa instantánea por algo saludable. Es cuestión de tomar la decisión.

Puedes, en lugar de alimentarte con procesados, comprar una lata de atún y una pieza de pan, unos esquites o un tlacoyo, estos tres alimentos cuestan prácticamente lo mismo y la diferencia en su valor nutricional es abismal. Un tlacoyo, por ejemplo, está hecho de maíz, alverjón o frijol casi en su totalidad, y si quisieras hacerlo aún más saludable podrías pedirlo sin freír”.

Tomando en cuenta todo lo mencionado, podemos darnos cuenta de que no nos moriremos por comer una de estas sopas de vez en cuando, pero definitivamente no deben estar en nuestra dieta regular si queremos mantenernos sanos y salvos. Además, independientemente de no aportar nada a nuestra nutrición, estas sopas instantáneas son bombas de contaminación: unicel, papel polyestrech, pegamentos y colorantes.

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